El año del jubileo era un tiempo especial donde no había siembra pero Jehová les proveía y no les hacía falta nada. V 20-21 “Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros frutos; 25:21 entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años.”
Lo que Dios quiere es que aprendamos a vivir en hermandad cuidándonos de los unos a los otros como una gran familia. V 35- 37 “Y cuando tu hermano empobreciere y se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo. 25:36 No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. 25:37 No le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia.”
Para salir de la esclavitud era necesario que un familiar lo rescatara a través de pagar un precio. V 25 “Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido.”
Ahora nosotros no necesitamos de un hombre cualquiera para que nos haga libres ahora tenemos un rescatador perfecto llamado Jesucristo el pago el precio a través de su preciosa sangre. Mateo 20: 28 “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
Estábamos esclavos del pecado y de la muerte pero Desde mucho tiempo a tras Jesús estaba destinado para ser nuestro rescatador. Isaías 61: 1-2 “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 61:2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;”
Nosotros tenemos el privilegio maravilloso de contar con Jesucristo a través de él no necesitamos estar esclavos o endeudados por cincuenta años, tan solo basta con que lo recibamos en nuestro corazón y él hace esa labor maravillosa de darnos libertad.
Jesucristo nos da verdadera libertad a través de su palabra, es su verdad maravillosa la que nos hace libres. Juan 8: 31-32 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
El pueblo de Dios no se perdió por falta de milagros, el pueblo de Dios se perdió por falta de conocimiento.
El conocimiento de la palabra es tan importante que si lo rechazamos Dios también rechaza nuestras oraciones. Proverbios 28: 9 “El que aparta su oído para no oír la ley,
Su oración también es abominable.”
Su oración también es abominable.”
Nunca nos alejemos de Jesucristo solo el nos hace libres de la esclavitud del pecado, de nuestros propios complejos y limitaciones.
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